En el año 1836, el escultor GIUSSEPPE GAGGINI y el arquitecto TAGLIAFICHI modelaron, en la ciudad italiana de Carrara, un conjunto escultórico que se considera una de las obras más bellas que engalanan la capital cubana.
Se le conoce como La Fuente de la India o de La Noble Habana, y se realizó por iniciativa del Conde de Villanueva, Don Claudio Martínez de Pinillos, quien luego la recibió como regalo.
Viejas leyendas dicen que esa obra representa a una bella india, hija del cacique HABAGUANEX, quien regía en la zona occidental de Cuba.
Al inicio el monumento estuvo en el lugar que hoy ocupa, luego se llevó a otro no identificado y en 1928 se trajo al original, en el extremo sur de la calle Prado, cerca del Capitolio y la Plaza de la Fraternidad.
La Fuente de la India y su entorno
En la lejana fecha de 1941, el científico pinareño Tranquilino Sandalio de Moda, uno de los más preclaros intelectuales cubanos, hizo una descripción de la Fuente de la India y su entorno cuando expresó:
“Delante de las puertas de la ciudad de La Habana, cerca de donde estuvo la estatua de Carlos Tercero, al extremo sur del Nuevo Paseo o Paseo de Extramuros … se ve una fuente de mármol blanco, que se alza en un pedestal cuadrilongo…Sobre una roca artificial, yace sentada una preciosa estatua que representa una gallarda joven india; corona su cabeza un turbante de plumas, y de la misma, le ciñe una ligera cintura con la cual y el CARCAJ lleno de flechas, que al hombro izquierdo lleva, se conoce que representa alegóricamente a la ciudad de La Habana”.
La primera foto
En un artículo del colega Rolando Aniceto se expresa que en el año 1841, poco después de ubicarse la Fuente de la India en el sitio que hoy ocupa, el fotógrafo francés Antonio Razzonico hizo una foto del conjunto escultórico conocido como La Fuente de la India.
Esta se publicó en el “Álbum Periódico de la Isla de Cuba Pintoresca”. A ese artista del lente, que tuvo su local de trabajo en la calle Muralla, número 54, entre Bernaza y Villegas, en el actual Centro Histórico de La Habana Vieja, se le atribuye haber hecho la primera gráfica a un sitio monumental de la capital cubana.
Según parece, no halló otro más hermoso para fotografiar que la Fuente de la India, que desde entonces engalana a La Habana.