Así puede hablarse de Antonio Bachiller y Morales, hombre pródigo en el saber, nacido el siete de junio de mil ochocientos doce y considerado el padre de la bibliografía cubana.

Había dicho: “Mi ambición de gloria se limita a ser útil a la tierra en que nací”, y desde la enseñanza se dedicó al esclarecimiento de conceptos, cual sembrador de ideas.

Junto a José de la Luz, Domingo Delmonte y Felipe Poey, fue convencido abolicionista, luchó contra el tráfico de negros y promovió la autonomía del país y la libertad de comercio; la reacción española no se hizo esperar y precisó de emigrar a los Estados Unidos.

José Martí calificó a Antonio Bachiller y Morales de americanista apasionado, cronista ejemplar, filólogo experto y arqueólogo famoso; también lo definió como filósofo asiduo, abogado justo, maestro amable, literato diligente, orgullo de Cuba y ornato de su raza.

Día del bibliotecario

Iniciativa del periodista César García y auspiciada por la Oficina del Historiador, el 7 de junio de 1950 se celebró la primera actividad masiva por el Día del Bibliotecario, en homenaje a Antonio Bachiller y Morales.

Como fecha nacional comenzó a celebrarse en 1981, digno recordatorio a quien participó de la Reforma Universitaria, asumió una cátedra de Filosofía del Derecho, y mejoró la biblioteca de esa Facultad.

Concejal del Ayuntamiento de La Habana, atendió el Archivo y a las Actas Capitulares; fue el primer director del Instituto de Segunda Enseñanza y fundó la biblioteca del centro.

Antonio Bachiller y Morales, pilar del estudio de la Bibliografía en Cuba y en Latinoamérica, perteneció a las sociedades Arqueológica de Madrid, de Historia de Nueva York, Económica de Puerto Rico y Arqueológica Matritense.