A fin de probar la incidencia del Aedes aegypti, realizó durante nueve años experimentos con su colaborador, el médico español Claudio Delgado: en total, 104 inoculaciones documentadas con nombres y lugares de residencia de los voluntarios.

Los resultados fueron 16 casos de fiebre amarilla benigna o moderada y otros grupos mostraron estados febriles, algunos no descartables como de fiebre amarilla, pero de diagnóstico impreciso.

Carlos Jota Finlay falleció en La Habana, el 20 de agosto de 1915; el doctor Antonio Díaz Albertini asentó un síncope de media hora de duración.

El Nobel no, pero otros sí

Calificada su labor entre las más notables dentro de las enfermedades tropicales, Carlos J. Finlay fue propuesto varias veces para el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, pero el laurono llegó por la presión norteamericana de timar la gloria al científico cubano.

No obstante, el Jefferson Medical College, de Filadelfia, le concedió grado honorario en Leyes, el Colegio Médico lo nombró Honorary Felow y Francia le otorgó el de Oficial de la Legión de Honor.

El Premio de Microbiología que lleva su nombre, la UNESCO lo entrega a destacados investigadores en la rama; y Cuba reconoce con la Orden al Mérito Carlos J. Finlay a quienes prestan relevantes servicios a la ciencia.

Considerado entre los seis más grandes microbiólogos de todos los tiempos, el 3 de diciembre, aniversario de su natalicio, se celebra el Día de la Medicina Latinoamericana.