Gánsters pagados por el presidente Carlos Prío segaron la vida del dirigente Aracelio Iglesias el 17 de octubre de 1948.

Con 15 años, trabajó de bracero de muelles en la ultramarina Regla, donde conoció la explotación sin derechos laborales a que eran sometidos los obreros portuarios.

Organizó la movilización que derribó a Machado en 1933. Se desempeñó como Secretario General del Sindicato de Estibadores y Jornaleros del Puerto de La Habana, miembro del Comité Ejecutivo de la Confederación de Trabajadores de Cuba y secretario general de la Federación Obrera Marítima Local.

Aracelio Iglesias ganó conquistas a favor de los obreros que perjudicaron a los dueños de navieras y los intereses estadounidenses, por eso ocurrió su asesinato, no obstante, entró en la historia por su valor extraordinario y su entrega a las causas justas.