La Habana, Cuba. – Amantes o no del deporte, debemos al pedagogo e historiador francés Pierre de Fredy, barón de Coubertin, la resurrección de los Juegos Olímpicos y la fundación del Pentatlón moderno.

Tras una labor de convencimiento por el mundo, en el Congreso Internacional de Educación Física celebrado en la Sorbona de París, en 1894, se acordó restablecerlos y constituir el Comité Internacional organizador del encuentro dos años después, en Grecia, en homenaje al lugar donde surgieron.

Pierre de Fredy dotó a los Juegos Olímpicos Modernos de ideales de excelencia física y moral, de honor y caballerosidad entre quienes van a contender en las lides; otro aporte fue la organización del escultismo en Francia.

De él es el lema “Más rápido, más alto, más fuerte”; el barón de Coubertin murió el 2 de septiembre de 1937 en Ginebra, Suiza.

Singularidades de los Juegos Olímpicos

Padre de los Juegos Olímpicos Modernos y uno de los fundadores de su Comité Internacional, Pierre de Fredy, barón de Coubertin, no fue el primer presidente.

Estos encuentros deportivos efectuados cada 4 años solo quedaron interrumpidos en el período entre las dos guerras mundiales, y aplazados los del 2020 para este año por la pandemia del Coronavirus, realizados sin público.

Las primeras 11 mujeres que compitieron lo hicieron en la segunda lid, efectuada en París, pues se les negó el lucimiento en el encuentro pionero; en su contra estaba el mismo Pierre de Fredy, para quien ellas solo tenían una labor en el deporte: coronar a los campeones con guirnaldas.

En los juegos celebrados en Tokio, compitieron nuevos deportes en modalidad mixta: judo, triatlón, atletismo, tiro con arco, tenis de mesa, tiro y natación.