La Habana, Cuba. – En los días en que recordamos la Crisis de Octubre, volvemos a exaltar al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien tuvo como hazaña construir una Revolución a pocas millas del voraz Imperio.

Gracias a su inteligencia nuestro país logró avances científicos comparados con países del primer mundo, a pesar de las limitadas riquezas naturales y los constantes ataques económicos, terroristas y políticos.

Su dimensión de líder se puso de manifiesto en numerosos escenarios internacionales donde brilló con discursos llenos de aplausos ante su verbo convincente, que convocaba a la paz y la solidaridad entre los pueblos.

Recordamos uno de los discursos de Fidel en la ONU donde afirmó que las guerras han surgido por una razón: el deseo de unos de despojar a otros de sus riquezas. ¡Desaparezca la filosofía del despojo, y habrá desaparecido la filosofía de la guerra!.

Eterno antimperialista

La mayor parte de las ideas expresadas en el alegato La Historia me Absolverá fueron cumplidas por Fidel, quien desde su arrojo en la Sierra Maestra se ganó el respeto de su pueblo.

Fue el Comandante en Jefe un luchador justo y humano que creó la Escuela Latinoamericana de Medicina y llevó médicos hasta los confines del mundo para salvar vidas, por eso tuvo tantos elogios de los pueblos y de destacadas personalidades.

No se puede olvidar el apoyo de Fidel a la lucha independista de países del continente africano, sus llamados constantes al cuidado del medio ambiente que lo convirtieron, entre otras razones, en estadista de talla universal.

Entre sus méritos notables también están sus denuncias a los golpes de Estado y las guerras promovidas por los gobiernos de Estados Unidos, enemigos que respetaron la altura de Fidel.