La Habana, Cuba. – El sábado último conocimos con gran tristeza una noticia que ha conmovido a personalidades cubanas y foráneas del mundo de las letras: la pérdida física de un gran creador de nuestro tiempo, Roberto Fernández Retamar.

De este habanero, nacido al comenzar la tercera década del siglo XX, pudiéramos hablar sin detenernos ni repetirnos, durante largo tiempo, en la seguridad de que siempre se podría decir mucho más acerca de su amplia y valiosa obra creadora, calidad humana y hombría de bien.

Desde la época en que era un adolescente de solo 15 años, se acercó al mundo de la creación plástica, cuando hizo un curso de bellas artes, y al terminar el bachillerato,  desde el aula  expuso sus conocimientos como docente, en la misma escuela donde se formó en sus primeros años.

Intelectual revolucionario y creador

En su quehacer creador, Roberto Fernández Retamar se destacó como docente, poeta, ensayista y directivo-fundador de instituciones como el  Centro de Estudios Martianos y la Casa de las Américas, en los que tuvo un papel protagónico.

En el primero realizó una amplia labor ensayística orientada al estudio de José Martí, la teoría literaria latinoamericana y caribeña y el desarrollo de un pensamiento descolonizador y antiimperialista.

Graduado de la Escuela de Filosofía y Letras de la Universidad habanera, colaboró con la revista Orígenes, y al inicio del triunfo de la Revolución de enero dirigió la Nueva Revista Cubana y participó en la creación de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en la que integró el primer ejecutivo y codirigió con Guillén, Carpentier y Rodríguez Feo, la primera etapa de la revista Unión.

Amplia obra creadora

Roberto Fernández Retamar fue autor de una amplia obra poética, que publicó en el año 1950 Elegía como un himno.

En 1965 asumió la dirección de la revista Casa, órgano de Casa de las Américas, institución que presidió desde 1986.

También fundó el Centro de Estudios Martianos y su Anuario. Fue electo en 1995 miembro de la Academia Cubana de la Lengua, la cual encabezó entre los años 2008 y 2012.

Por sus extraordinarios méritos, Fernández Retamar fue  proclamado Premio Nacional de Literatura en 1989, y la UNESCO lo distinguió con el Premio Internacional José Martí a principios del año actual.