Cuando Ho Chi Minh era muy pequeño murió José Martí. No convivieron juntos, no hubo tiempo para ello; sin embargo, muchos rasgos distintivos los hacen coincidir.

Ambos desempeñaron la formación de una conciencia, una voluntad y una conducta al servicio de la conquista de la libertad y la independencia, y las obras dejadas por ambos reflejan la similitud de sentimientos nacionalistas con la patria.

Ambos fundaron partidos que guiaran a los desposeídos por el camino correcto; ambos optaron por la lucha revolucionaria para alcanzar la plena independencia. Ambos profesaron un profundo sentimiento antiimperialista. Martí nunca fue a Vietnam, mas dejó a los niños de La Edad de Oro la visión suya de “Un paseo por la Tierra de los anamitas”.

Ho Chi Minh también fue un gran lector, sabía de cultura universal, visitó casi todos los continentes y entre sus mayores admiraciones estaba Fidel.

Dos visionarios de sus tiempos

Ho Chi Minh fue el impulsor del Vietnam socialista, el que sacó a la nación de la oscuridad del colonialismo, del analfabetismo y otros males. Martí ayudó a sacar a Cuba de la oscuridad, al inculcar la importancia de la cultura y el estudio.

Patria lo era todo para ambos; ella implicaba igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres en un país donde todos fueran libres, sin oprimidos ni explotados, donde hubiese acceso a la educación.

Desde que se originó la guerra de Vietnam, Cuba fue el primer país que creó un comité internacional de solidaridad con Vietnam del Sur, bajo la guía de Fidel, Melba Hernández e importantes intelectuales.

Ho Chi Minh siempre agradeció el gesto: “Los cubanos, con el compañero Fidel al frente, han sido muy solidarios con nuestro pueblo y con nuestra lucha. Los vietnamitas jamás olvidaremos ese apoyo”.

Versionado de CubaAhora por Gardenia Companioni Chio