Es incorrecta esa orden que escuchamos de cuando en cuando en algunas escuelas cuando se le dice al alumno: ¡Sale del aula!, porque el imperativo del verbo salir para nosotros, en Cuba, es ¡sal!…
Frente a monosílabos del modo imperativo -como di, da, pon, ve, ven, ten, haz, sal…- algunos compatriotas sienten un vacío de énfasis que completan incrementando una o más sílabas a la forma verbal, para decir: ¡sale! ¡pone! ¡hace!, del mismo modo que los argentinos conjugan salí, poné, vení, hacé…
Tal vez por esa necesidad de dar fuerza a la expresión de mandato cuando se trata de monosílabos, preferimos usarlos con pronombres enclíticos para decir: ¡ponte…! ¡dime…! ¡dale…! ¡vete…! ¡hazlo! De ahí nace quizás el error de quien ordena salir diciendo ¡sale! y manda a hacer diciendo ¡hace!…
Compuestos de imperativo
Tal vez la necesidad que siente el hablante del español actual de complementar al imperativo para fortalecerlo eufónica y semánticamente, generó sustantivos derivados de ellos.
Entre estos figuran salpafuera, salsipuedes, tentempié, correveidile, pisicorre, quitaipón, llegaipón…, donde el primer elemento del compuesto es un imperativo: sal, ten, corre, pisa, quita, llega… Lo dicho no justifica la incorrección del que dice: ¡Sale del aula! ¡Pónelo ahí! ¡Hace la tarea! ¡Díceselo tú mismo!…
En estos casos hay que decir: ¡Sal del aula! ¡Ponlo ahí! ¡Haz la tarea! ¡Díselo tú mismo!… ¡Ah!, tenga en cuenta que la forma díceselo, es el presente de indicativo de tercera persona dice, con los pronombres enclíticos se y lo; como si dijéramos se lo dice…