¿Quién es ese anciano de rostro bonachón que nos llega a través de una foto? A Luis Jacobo Daguerre la humanidad tiene que agradecerle por sus aportes en el invento de la fotografía, aún cuando hoy parece lejana una historia en color sepia.

Junto a Nicéforo Niepce -creador de la primera fotografía estable-, Daguerre llegó al convencimiento de cambiar el disolvente e introducir una placa de vidrio y emulsiones secas.

El inventor francés, también pintor y decorador teatral, descubrió la fijación de las imágenes de la cámara oscura en planchas metálicas y llamó daguerrotipo al procedimiento.

Falleció el 10 de julio de 1851; 24 años antes, Luis Jacobo Daguerre había logrado una fotografía parecida a la que conocemos hoy; su primer invento fue el diorama, instalación que proporciona sensación de profundidad a las imágenes.

Fotógrafos en La Habana

En 1839 se comercializó la fotografía en Francia y 13 años después, ésta llegó con despliegue a La Habana.

Las cámaras fotográficas de entonces, negras y de madera, advertían: “Cada aparato está garantizado solamente si lleva la firma de L. Daguerre y M. Giraux”; el primer equipo vino desde París por Pedro Tellez Girón, hijo del entonces Capitán General de la Isla.

El catalán Esteban Mestre Aulet fue el primer fotógrafo habanero de carácter comercial y estableció un sistema de carruajes para llevar y traer a los clientes a sus domicilios; es el autor del primer retrato de José Martí y de la imagen de la primera piedra derrumbada de la Muralla de La Habana.

Un dato revelador: el primer contrincante comercial de Mestre fue Concepción Irástegui, una muchacha que se estableció como fotógrafo a escasos metros del estudio de su rival.