Los niveles de lipoproteína de baja densidad, el denominado colesterol malo, pueden estar controlados por señales transmitidas del cerebro al hígado, corrobora un estudio de investigadores estadounidenses.

Los expertos afirman que la responsable de controlar el nivel de colesterol en la sangre es una hormona del hambre en el cerebro, llamada grelina, encargada de regular el consumo de alimentos y del gasto de energía calórica.

Durante mucho tiempo se pensó que esa sustancia lipídica estaba regulada por la absorción de alimentos o la síntesis y secreción que lleva a cabo el hígado.

El nuevo estudio muestra por primera vez que el colesterol también está sometido a controles a distancia de circuitos neuronales específicos en el sistema nervioso central, sostienen los científicos.