Aunque todavía no sabemos a dónde va la mente mientras dormimos, lo que hemos descubierto es que soñar tiene un cometido específico para la evolución de la especie: procesar el aprendizaje del día y aplicarlo a la solución de los problemas cotidianos, según se desprende de dos investigaciones diferentes realizadas en universidades de Estados Unidos.

Esos estudios reivindican la necesidad de dormir lo necesario, porque es fuente de salud y de creatividad.

Ésta tiene una relación directa con la calidad del sueño, ya que el cerebro permanece activo mientras dormimos, ayudándonos a resolver los problemas mediante un proceso de reestructuración de los recuerdos de las experiencias vividas, de acuerdo con el resultado de las investigaciones dadas a conocer por la revista especializada NATURE.

Siempre pensado

De acuerdo con los estudios dados a conocer por la revista NATURE, se ha comprobado que el cerebro continúa pensando en los problemas cotidianos cuando alcanzamos el estado de sueño, propiciando el alumbramiento de las soluciones que a veces percibimos al despertar.

Mediante pruebas realizadas a un centenar de voluntarios, de entre 18 y 30 años de edad, los científicos descubrieron que quienes dormían 8 horas triplicaban las posibilidades de resolver problemas matemáticos, frente a los otros estudiantes que habían pasado la noche en vela.

El estudio pudo determinar que los cambios cerebrales que mejoran la creatividad y la capacidad de solucionar problemas ocurren durante las 4 primeras horas del ciclo del sueño, aunque ese fenómeno todavía no tiene una explicación clara.

Recuerdos reestructurados

Para los investigadores de dos universidades de Estados Unidos, la experiencia confirma que los recuerdos son reestructurados antes de ser almacenados en la memoria, tal como han establecido los estudios bioquímicos del cerebro.

Se cree que la reestructuración de los recuerdos es la que contribuye también a encontrar soluciones en las cuales el órgano rector trabaja durante el sueño, así como a desarrollar la creatividad de las personas.

Entonces podemos decir que durante el día efectuamos las acciones cotidianas –como respirar y comer- y cuando aprendemos algo nuevo, la memoria lo archiva y procesa durante el sueño, aplicándolo cuando procede a la solución de problemas.

En fin, que la ciencia desaconseja la tendencia a reducir horas de sueño para, como muchos creen, aprovechar mejor el tiempo.