La Habana, Cuba. – Borrada completamente la espantosa situación de miseria, malnutrición e insalubridad de la niñez denunciada por Fidel en el juicio tras el asalto al Cuartel Moncada, la infancia de la Cuba de hoy goza el privilegio de una vida feliz.

Feliz porque tiene garantizadas todas las condiciones para la existencia plena y el desarrollo óptimo de sus capacidades. Con la convicción martiana de que «nada hay más importante que un niño«, la Revolución Cubana convirtió en posibles los caminos por donde los niños pueden transitar protegidos hacia un futuro promisorio.

Para que siempre asomen las tiernas sonrisas de nuestros pequeños, se trabaja denodadamente, lo que ha llevado a Cuba a ocupar lugar cimero en la protección integral de su niñez como principal gesto de justicia humana.

Nuestros logros en ese sentido han sido destacados por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Total diferencia

Según datos, en el mundo unos 400 millones de infantes viven en la pobreza, un niño muere cada 5 segundos por causas prevenibles, y 73 millones de ese grupo etario realiza trabajos forzados y peligrosos.

Se añade los que son sometidos a pornografía infantil, los llamados niños de la calle y los que son víctimas del tráfico de sus órganos. A tal deplorable situación, súmese que muchos de esos menores de edad están sumidos en el nefasto ámbito de las guerras, conflictos bélicos en los que una gran mayoría perece.

La infancia en Cuba está salvada de todos esos tristes azotes gracias a la voluntad política de nuestro gobierno, para el cual la niñez es lo primero.

Los esfuerzos por su derecho a la vida se inician desde el vientre materno, pues a la embarazada se le realizan importantes exámenes médicos con vistas a que el futuro ser vea la luz en las mejores condiciones de salud.

Garantía de salud y educación

Una de las primeras acciones de Cuba en función de la salud infantil fue la creación del Programa Nacional de Inmunización, el cual, con la aplicación hoy de 13 vacunas, ha logrado proteger a los niños contra dolencias que pueden ser mortales o dejar discapacidades.

Estas y otras muchas acciones permiten que la mortalidad infantil sea solo de 7, 6 por cada mil nacidos vivos. Súmese en estos dos últimos años el combate para proteger y salvar a los pequeños del azote de la COVID, siendo el primer país que ha vacunado contra ese flagelo a su infancia a partir de los 2 años de edad.

Cítese, además, que en Cuba ningún niño queda excluido de una enseñanza, que es gratuita y obligatoria.

Nuestros resultados en pos de una niñez sana y feliz son razones para que la Isla se vista de fiesta este 1ro de junio, Día Internacional de la Infancia.