Seis décadas han pasado desde que terroristas al servicio de la CIA norteamericana en Cuba perpetraran uno de los más horrendos crímenes recogidos en la historia de Cuba, el asesinato del joven maestro voluntario Conrado Benítez, el 5 de enero de 1961.

Apresado por los contrarrevolucionarios, se le conminó a unirse a la banda, pero el educador expresó firmemente sus ideales revolucionarios y por eso fue ahorcado en un árbol.

La respuesta a ese crimen no se hizo esperar y siguiendo el ejemplo de Conrado Benítez, más de 300 mil cubanos se ofrecieron como maestros. Gracias al esfuerzo de miles de alfabetizadores, el 22 de diciembre de 1961, Cuba se proclamó territorio libre de analfabetismo.

La fecha, instituida hoy como el Día del Educador, es el mejor homenaje de los cubanos a Conrado Benítez.