La Habana, Cuba. – Conocido por la mayoría de los cubanos como el Meteoro de la Maya, Braudilio Vinent vive orgulloso de cuanto ha hecho y hace todavía por el béisbol de Santiago de Cuba y de nuestro país.

Hace casi 10 años fue uno de los últimos peloteros exaltados al Salón de la Fama del béisbol cubano, “honor que agradezco a los periodistas e historiadores que votaron por mi”, comentó uno de los mejores lanzadores cubanos de todos los tiempos.

Tras recordar que en 1967 fue elegido como novato de la serie, Vinent tuvo palabras de elogio para Conrado Marrero, quien fuera el entrenador que lo pulió como pitcher para empeños futuros.

Trabajé bastante para perfeccionar la slaider, porque lo tiraba con los mismos movimientos de la recta, recordó el hombre que se impuso a Japón por lechada en la final del mundial de 1980.

El retiro de Vinent y el Latino

Cuando Braudilio Vinent habla del momento de su retiro es sincero y claro. “Como no seguía casi los records, a mí la gente me decía: retírate para que no vayas a echarlos a perder tus records, pero yo quería seguir pitcheando”, comentó. Finalmente, su adiós al box llegó en 1986.

Sin embargo, hablar con uno de los mejores lanzadores de nuestras series nacionales es un rosario de anécdotas.

En el estadio Latinoamericano recibí muchos aplausos y a veces me sentía contento, sobre todo cuando el difunto Armandito el Tintorero mencionaba a coro mi nombre”, recordó. “Me sentía grande allí porque era la plaza donde iban la gente que más conocían de béisbol.

La afición de La Habana siempre me ha tenido gran afecto porque además siempre he sido un atleta que lo único que le ha gustado ha sido pitchear, concluyó.

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