La Habana, Cuba. – Esta semana, en medio de múltiples noticias deportivas, una se robó la atención con sobrados argumentos: Cuba anunció que se iniciará la práctica del boxeo femenino en todas las estructuras de la pirámide nacional.

Por mucho tiempo este había sido un reclamo de las féminas en pos de evitar la discriminación o exclusión de esta disciplina, tal y como se incorporaron en otras de combate como judo, lucha y taekwondo, así como el levantamiento de pesas.

Según se comentó en la conferencia de prensa, la Federación de Mujeres Cubanas avaló esta decisión y el objetivo es comenzar de inmediato para evaluar sus posibles participaciones en los Juegos regionales de San Salvador, así como buscar clasificaciones para los Juegos Panamericanos y la cita olímpica del 2024.

Este comienzo augura nuevas campeonas y medallas de seguro dentro de los cuadriláteros.

Poco a poco, un nuevo escenario

La apertura de Cuba el boxeo femenino ha estado marcada por varias decisiones. Además del derecho de las mujeres a practicar idénticos deportes que los hombres, la Federación Internacional de Boxeo ha reducido cada año las categorías masculinas en función de darle paso a las mujeres.

Asimismo, el potencial cubano en otros deportes de combate hace vislumbrar que en muy corto plazo debemos tener sobre el cuadrilátero iguales o mejores resultados que ya tenemos en judo, lucha o taekwondo.

Muy acertado es la celebración en este propio mes de diciembre del primer torneo para evaluar un grupo de muchachas en las seis categorías o divisiones que arrancarán.

Sobre el tema de la protección que tendrán las boxeadoras se explicó que cumplirán con todos los requerimientos exigidos a nivel internacional. Resta confianza y esperar porque lleguen los podios.

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