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La Habana, Cuba. – La segunda villa fundada en la Isla, el 5 de noviembre de 1513, sobresale por su impronta legendaria. Es Bayamo un sitio al que uno siempre quisiera volver, pues los oriundos de allí son gente hospitalaria que se destacan por su carisma.

Pero si un rasgo distingue a esta urbe oriental es su rica historia, asentada en símbolos y epopeyas de la Patria.

De modo que reverenciar a la hermosa ciudad de Bayamo, en donde acaba de tener lugar una nueva edición de la Fiesta de la Cubanía en pos de la defensa de nuestra cultura y nuestra identidad nacional, es siempre un privilegio. Por los hechos que acontecieron en esta urbe muchos identifican a la ciudad con el sobrenombre de Cuna de la Nacionalidad Cubana.

Fue Bayamo la primera tierra liberada del yugo español, poco tiempo después del grito independentista, y el lugar donde se entonó por vez primera nuestro Himno Nacional.

Ciudad añeja y renovada a la vez

Más allá de acontecimientos históricos, es válido resaltar algunos atributos geográficos y culturales que singularizan a la urbe bayamesa y sus contornos.

La palabra Bayamo es de origen indio, y proviene del término bayam, nombre dado por los aborígenes al árbol de la sabiduría, que torna a las fieras mansas en corderos.

Lo que es hoy Bayamo, era una comarca de siboneyes, situada en las márgenes del río del mismo nombre, en la extensa llanura de la cuenca del Cauto, con la hermosa cordillera de la Sierra Maestra de fondo.

De esta ciudad, quemada antes de ser esclava en enero de 1869, es llamativo cómo sus habitantes han sabido preservar el aliento legendario de la urbe, con las tradiciones campesinas que la merodean y el renaciente espíritu de la vida de hoy, que la hacen un sitio para todos los gustos.

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