La Habana, Cuba. – Se ha dicho que el rey de la selva es el león; quizás su imponente melena sea la que dé esa impresión. Pero, si de fuerza y habilidad hablamos, sería el tigre quien se llevaría ese título, como se constata en estos datos.

Se trata del felino más grande del mundo. El macho alcanza un peso entre 100 y 360 kilogramos, una longitud de 220 a 380 centímetros, incluyendo la cola, y de 70 hasta 120 centímetros de altura.

Los tigres adultos son capaces de dar saltos de hasta 5 metros de altura y de 10 metros de longitud, lo que lo convierte en uno de los mamíferos que más alto puede saltar, solo detrás del puma. Distinguen ciertos colores y su visión nocturna es muy aguda, aunque no puede captar animales sin movimiento, aunque su desarrollado oído le permite detectar los más leves sonidos a su alrededor.

Poderoso felino

A pesar del gran tamaño de los tigres, ello no limita su rápido desplazamiento, pues alcanzan velocidades de hasta 90 kilómetros por hora. Pueden matar a un rumiante de un solo golpe debido a sus grandes garras, que miden más de 7 centímetros de largo, combinadas con la fuerza que son capaces de desplegar para golpear.

Una vez que el animal está en el suelo, muerden la parte posterior del cuello, rompiendo la médula espinal o perforando la tráquea, dándole a su presa una muerte casi inmediata.

Los tigres no desprecian presas de pequeño tamaño, como monos, pavos reales, liebres e incluso peces, pues este felino gigante no le tiene miedo al agua. Aunque evitan encontrarse, se han dado raros casos en que han cazado cocodrilos adultos.

Enemigos también tienen. Qué decir de los Tigres de Amur, que encontraron su enemigo en los osos pardos. Son una seria amenaza recíproca y ambos tienden a evitarse.

Impresionante criatura de la selva

Los tigres no soportan la presencia de otros machos en su territorio. Pero las hembras siempre son bienvenidas, de hecho con ellas se muestran bastantes caballerosos, llegando al punto de compartir una presa e incluso alimentarse después que la tigresa ha saciado su apetito.

Como huella dactilar en los tigres, el patrón de rayas es único en cada ejemplar, marcado desde su piel. Sin embargo, debido a lo difícil que es registrar el colorido y forma del pelo en un tigre salvaje, este no es el método más usado para la identificación de dichos felinos, pero para ellos sí es útil como camuflaje para ocultarse de sus posibles presas.

En cuanto a su rugido, contiene ondas sonoras de rango perceptible y ondas de infrasonido inaudibles para el humano, pero con efectos aterrorizantes y paralizantes. Sin discusión alguna,  esos gatos de la selva son impresionantes criaturas.

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