La Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Nutricional precisa en Matanzas de explotar los recursos endógenos para incrementar la producción de alimentos y sustituir importaciones.

En la provincia yumurina las producciones lácteas, cárnicas, pecuarias y cultivos varios constituyen prioridad, por lo que el Gobierno del territorio llama a reorganizar las patrullas campesinas y otras formas de vigilancia ante el delito.

Para lograr más alimentos, también se alerta sobre la eliminación de la cadena de impagos a los productores, la creación de más colectivos laborales en las Unidades Básicas de Producción Cooperativa y Cooperativas de Producción Agropecuaria y el impulso a la formación vocacional.

La provincia redobla esfuerzos para el autoabastecimiento local, el empoderamiento de la mujer rural, y en ampliar las ofertas de empleo a la población sin vínculo laboral, en especial los jóvenes.

Aprovechar las tierras ociosas

Con más de 170 mil habitantes la ciudad de Matanzas demanda poner en explotación todas las tierras ociosas para producir alimentos, sustituir importaciones y exportar.

En ese empeño, 300 hectáreas ociosas en el Valle de Yumurí se recuperan con la eliminación gradual de la maleza para sembrar yuca, boniato y plátano con el uso de medios biológicos que protegen los suelos. Asimismo, se instalarán sistemas de riego en ocho hectáreas y se aprovecharán las micropresas de la zona.

A fin de lograr el autoabastecimiento local, los matanceros enfatizan en el aprovechamiento de las tierras ociosas en el Valle de Yumurí, área protegida de recursos manejados que siempre resultó un tradicional emporio productivo de la urbe.