La Habana, Cuba. – En 1972, un grupo de jóvenes uruguayos sobrevivió durante 72 días en las condiciones más extremas imaginables, tras estrellarse su avión en el corazón de los Andes.
Este es el tema de la película española La sociedad de la nieve, dirigida por Juan Antonio Bayona y que ha arrasado con los premios en la trigésimo octava edición de los Premios Goya, celebrados recientemente.
La cinta, una de las candidatas al Óscar en los acápites de Mejor Película Extranjera y Mejor Diseño de Maquillaje y Peluquería, ganó en los Goya 12 de los 13 premios a los que estaba nominada. Pero no es la primera vez que la horrible tragedia sufrida por un equipo uruguayo de fútbol que viajaba a Chile se lleva a la literatura y posteriormente a la gran pantalla.
Dos directores, dos visiones
El terrible accidente y las extremas circunstancias que debieron enfrentar los sobrevivientes de un equipo uruguayo de fútbol en 1972, han sido el tema de dos libros muy leídos. El primero de ellos, titulado ¡Viven!, lo escribió el historiador y novelista británico Piers Paul Read dos años después de la tragedia.
El texto sirvió de base a la película norteamericana de igual nombre, dirigida por Frank Márchol en 1993. Este film fue muy criticado por la inclusión de personajes ficticios, la omisión de personas importantes para la trama real y distintos detalles.
El otro libro sobre los hechos se debe al escritor uruguayo Pablo Vierci y lleva por nombre La sociedad de la nieve, igual que el filme aspirante al Óscar. Pero la visión y la forma de presentar los hechos en esta cinta difieren mucho de la película estadounidense.
Del enfoque individual a una perspectiva coral
La cinta española La sociedad de la nieve acerca al espectador a lo que representa la vulnerabilidad física, y al mismo tiempo, a lo trascendental que puede ser un momento en la vida de un hombre.
Mientras que el filme ¡Viven! se centra en la individualidad, La sociedad de la nieve destaca el elemento coral, un rasgo que algunos críticos alaban y otros le reprochan a su director, pues temen que esto pueda desconcertar a los espectadores.
Un aspecto que provoca incomodidad son las escenas del canibalismo que tuvieron que practicar los pasajeros del avión, pero Bayona lo justifica sobre la base de que cualquiera haría su mayor esfuerzo para sobrevivir. Críticas aparte, nadie puede negar que el realizador de La sociedad de la nieve ha creado una oda al prodigio de la voluntad humana y la lucha por la supervivencia.