La Habana, Cuba. – Más de 400 menores de edad mueren o son heridos cada día en Gaza, bombardeada y atacada por el ejército israelí en lo que han denominado una “incursión selectiva”. Y ciertamente, parece serlo, pues los niños, los adolescentes y las mujeres son las víctimas más propicias de la agresión sionista a la Franja de Gaza, blanco seguido de la vesania criminal israelí, según denuncias de las diferentes agencias de las Naciones Unidas.

Hasta principios de esta semana, por ejemplo, más de mil 300 mujeres y 3 mil 700 niños y adolescentes fueron víctimas directas de la escalada de violencia en Gaza, la principal y más poblada urbe de esa Franja del mismo nombre, cifra que representa más del 67 por ciento del total de fallecidos.

Colapso en lo servicios sanitarios

La información la aportó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Socorro Rojo para los Refugiados de Palestina en el Oriente próximo y la Organización Mundial de la Salud, entre otras organizaciones afiliadas al organismo mundial, como la Agencia para la Salud Sexual y Reproductiva.

Este último anunció la existencia de unas 50 mil embarazadas en Gaza con probabilidades de que más del 15 por ciento de ellas sufran complicaciones con el embarazo o el parto.

La denuncia de las entidades afiliadas a la ONU opina que los bombardeos de las últimas semanas a instalaciones de salud en Gaza han provocado la destrucción de esos centros, carentes, además, de agua, combustible, medicamentos y alimentos, lo que agrava los servicios sanitarios, en especial los materno, neonatal e infantil.

Gaza a los ojos del mundo

Por si fuera poco el costo psicológico del conflicto, éste tiene consecuencias directas en la salud reproductiva, incluidos los abortos espontáneos y los nacimientos prematuros inducidos por el estrés. En las últimas horas Israel incrementó los bombardeos a Gaza, donde más de la mitad de sus más de 2 millones de habitantes han tenido que desplazarse a causa de la guerra.

Gaza está bajo un completo y total bloqueo, sin que se le permita la entrada de asistencia humanitaria, pues se restringe la capacidad de las Naciones Unidas de acceder con la ansiada ayuda humanitaria y porque tampoco hay un paso humanitario seguro para esos envíos solidarios; por lo tanto, la población no tiene cómo huir, ni a donde ir. Hoy,  los ojos del mundo están puestos en Gaza, que clama por su subsistencia y la paz a la que tienen derecho.