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La Habana, Cuba. – No se tiene muy claro cuándo y quién inventó los candados, pero se dice que fueron los comerciantes chinos allá por el siglo 500 a.n.e, en la época romana.

Los utilizaban para proteger sus mercancías, las bolsas en las que llevaban el dinero o cualquier objeto de valor que querían mantener a salvo de que se lo pudieran robar.

Algunos candados tienen un pequeño agujero en la parte inferior, al lado de donde se mete la llave, agujero que tiene una función muy importante que probablemente jamás imaginarás.

El agujero que tienen los candados permite que tanto la humedad como el agua no se queden en el propio dispositivo si éste se moja, por el motivo que sea, lo que evitará que haya herrumbre y se oxide. Además de tener esa función, ese agujero es también la vía perfecta para verter un poco de lubricante y aflojar el mecanismo de cierre y apertura.