La Habana, Cuba. – Desde los primeros días del triunfo de la Revolución Cubana han ido en aumento las agresiones a Cuba por los sucesivos gobiernos de Estados Unidos.

En fecha tan temprana como el 15 de enero de 1959, a una semana de entrar el Ejército Rebelde a La Habana, el Comandante en Jefe Fidel Castro fue invitado a una sesión del Club Rotario Internacional donde hizo el resumen.

Con amplia visión de futuro señaló en esa ocasión: en las circunstancias actuales, la Revolución Cubana, tiene que estar muy alerta, y el pueblo cubano tiene que estar muy alerta y muy unido, frente a los peligros que lo amenazan. Yo tengo una confianza absoluta en el pueblo, y sé que un pueblo, aunque sea pequeño, si es un pueblo digno, si es un pueblo unido, si es un pueblo inteligente, no hay quien lo venza.

Kennedy acepta su responsabilidad

En abril de 1961, el gobierno de Estados Unidos, encabezado por John F. Kennedy, dio su total apoyo a los mercenarios que atacaron a Cuba por Playa Girón, los que fueron derrotados en menos de 72 horas.

Con fecha 25 de abril, la Casa Blanca afirmó en un comunicado: el presidente Kennedy ha manifestado que asume plena responsabilidad por la invasión a Cuba de estos días (…) El presidente se opone a que nadie, dentro o fuera del gobierno intente hacer el traslado de esa responsabilidad.

Año y medio después de la derrota en Girón, el 22 de octubre del año 1962, John F. Kennedy ordenó el bloqueo naval a Cuba, para obligar a que se retiraran los cohetes nucleares soviéticos instalados en Cuba e impedir la llegada de otros.

La Crisis de Octubre, un gran peligro para el mundo

El 22 de octubre de 1962, el Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, ordenó el bloqueo naval a Cuba, con lo que se dio inicio a la Crisis de Octubre.

Sobre esa nueva agresión a la mayor de las Antillas, el Comandante en Jefe Fidel Castro dijo que el verdadero objetivo del gobierno yanqui era obligar a la retirada de los cohetes nucleares soviéticos de nuestro país y añadió: fue un momento muy tenso. No estábamos dispuestos a aceptar una nueva agresión contra Cuba. El peligro era inminente.

Luego destacó Fidel que las unidades soviéticas estaban aquí para ayudarnos a repeler una nueva invasión  que, después de la derrota de los mercenarios en Girón, iba a ser sin dudas, directa.