Ciego de Ávila. – Es el grito desesperado de una humanidad que ve como un recurso natural vital para la existencia va agotándose en el planeta tierra: ¡Agua o muerte!, no hay otra opción.
Este líquido se encuentra como un componente de nuestra naturaleza que ha estado presente en la tierra desde hace más de 3 mil millones de años y ocupa las tres cuartas partes de la superficie del planeta.
El 70 por ciento de nuestro cuerpo está compuesto de agua, es un don que la naturaleza ofreció a la vida y a cada uno de nosotros. Este recurso es un bien natural común e insustituible.
En esta época en que vivimos, en la que el modo de producción dominante y la globalización transforman en mercancía absolutamente todo, se hace imprescindible ahorrar este preciado líquido, cada día más escaso.
Imprescindible para la vida
Ante el cambio climático, motivado fundamentalmente por la acción destructiva del hombre, el agua se privatiza en el planeta y se convierte en mercancía con la que se puede ganar mucho dinero.
La humanidad ve con pavor el inicio de la era de las guerras encarnizadas por el control del acceso a ese recurso, pues quien lo retenga tendrá el poder de la vida de millones de personas.
Como en el resto del planeta, en Cuba también escasea ese imprescindible recurso, problema que es enfrentado por el Estado revolucionario que garantiza agua potable a la población, por diversas vías.
Lo que hagamos por el uso racional y el ahorro garantizará nuestra sobrevivencia y la de nuestros hijos en esta época de sequía. Defendamos el derecho a la existencia en este mundo globalizado.