Por determinadas coincidencias, a Sonia Rodríguez Alemany la distinguen cualidades propias de profesionales de las Ciencias, un sector que le apasiona y atendió durante más de 20 años como reportera de Radio Reloj.

Minuciosa hasta  el más mínimo detalle para evitar un error, cuidadosa en la obtención de los datos y en el momento de insertarlos en las informaciones, perseverante en alcanzar el objetivo deseado, son características permanentes de esta periodista, con casi 40 años de trabajo en la emisora de la hora y las noticias.

El primero de diciembre de 1978 marca sus inicios en este colectivo, después de cumplir dos años de servicio social en la emisora Radio Caribe, ubicada en la entonces Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud.

“Al principio en Radio Reloj  -recuerda- tuve la suerte de tener como jefas de turno  a compañeras conocedoras del medio como Mercedes Seguí, Nidia Rodríguez y Mirtha Inés Cervantes, y bajo sus orientaciones fui adentrándome poco  a poco en el quehacer del Departamento de Redacción.

“En esa etapa –recuerda-  me disgustaba muchísimo cuando algunas de las cuartillas que redactaba me las devolvían marcadas con grandes círculos marcando un error, pero con el tiempo comprendí que precisamente fueron esas enseñanzas las que me hicieron ir creciendo en el periodismo”.

Durante 12 años Sonia Rodríguez permaneció en la Redacción Central, donde como ella dice aprendió bien la lección y se fue enamorando de esta emisora que es hoy parte de su vida.

Los Departamentos de Corresponsales y de Reporteros fueron posteriormente testigos de su constancia y entrega, sobre todo este último, el cual llegó a dirigir, y al que califica como su mayor realización por  permitirle ejercer el periodismo con una intensidad y aprendizaje constantes.

En dicha labor tuvo la oportunidad de hacer versiones de muchos discursos del Comandante en Jefe, lo que la ayudó en la destreza de tomar notas, algo que en aquellos años había que hacerlo con máquinas de escribir, pues no existía la tecnología de que se dispone hoy.

También le posibilitó trabajar con colegas muy valiosos que llevaban tiempo en Reloj, como el profe Juan Emilio Friguls, quien en ocasiones –rememora con cariño- la sacaba de apuros con  acertados consejos que demostraban su ingenio y sabiduría en la profesión.

Como periodista atendió sectores como Recursos Hidráulicos y la antigua Industria Básica. Dio además cobertura a numerosos congresos y  sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y en particular, reportó lo relacionado con la ciencia cubana, una temática que le fascina–señala- y siempre le inspira a escribir.

Precisamente de esa preferencia y dedicación dan muestras los reconocimientos recibidos, como son el Premio a la Obra del Año en 2004, del  concurso periodístico Gilberto Caballero que auspicia el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).  Además, el de la Sección de Medio Ambiente de la Sociedad Económica de Amigos del País, en el 2008; el de la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial, el de la Oficina Técnica del Ozono, y de CITMATEL.

El Micrófono de la Radio y el Reconocimiento al Mérito Periodístico, que concede la Radio Cubana por  la excelencia del trabajo realizado, son otros galardones que Sonia Rodríguez también muestra con orgullo, al igual que ser portadora de la Distinción Félix Elmuza y de  las Medallas Raúl Gómez García y 50 Años de la UPEC, todo ello unido al hecho de ser seleccionada en varias ocasiones como jurado de concursos.

Pero no solo estos estímulos llenan de satisfacción a esta reportera. Para ella también es importante el contribuir a la formación de las nuevas generaciones de periodistas y verlos asumir hoy tareas de dirección. Además, se considera afortunada de  que su compañero de toda la vida, con 44 años de convivencia juntos, la apoyara siempre al comprender su  profesión y la respaldara en el cuidado de sus dos hijos.

Hoy Sonia ve en Radio Reloj una emisora con un gran futuro, con la llegada de una importante fuerza de jóvenes profesionales y el empleo de las nuevas tecnologías, pero estas apreciaciones preferimos presentarlas en su propia voz: