Ciego de Ávila no dispone de termoeléctricas para generar electricidad, sin embargo tiene hombres consagrados como Quintín León Valdés que trabaja incansablemente por la iluminación de zonas urbanas y rurales.

En el municipio de Majagua labora ese obrero con vasta experiencia como liniero y jefe de brigada, quien refiere que ha participado en la restauración del sistema en varias provincias afectadas ante fenómenos meteorológicos.

Es una faena difícil que hay que hacerla con amor y dedicación, manifiesta Quintín León Valdés y agrega que trabajar en condiciones anormales para devolver la electricidad en el menor tiempo es un desafío que asume con responsabilidad.

Cuenta que en tiempos normales trabaja unas diez horas diarias, junto a sus compañeros, que son su mano derecha, y expresa con orgullo que la seguridad del liniero está primero que todo, pues ante un descuido se puede perder la vida en un minuto.

Ante un compromiso palpable, dice que inició sus labores como lector cobrador y luego de pasar un curso se graduó como Liniero Eléctrico Energizado, título que, junto a su actitud, le avala el reconocimiento de la Organización Básica Eléctrica.

Tiene Quintín seis compañeros bajo su mando que se dedican al mantenimiento y construcción de líneas, a la reparación de averías y a los cambios de líneas y transformadores a cualquier hora del día o de la noche.

Es una tarea difícil, sostiene ese compañero que resalta la atención que recibe de su entidad y enfatiza que está dispuesto a trabajar donde haga falta porque está consciente que la electricidad es vital para todos.

Con 40 años de edad y una esposa doctora que cumple misión internacionalista, ese trabajador avileño le expresa al pueblo que tenga confianza en los obreros del sector eléctrico que tienen la voluntad de mejorar y estabilizar el imprescindible servicio.