La Habana, Cuba.- Ser cubano más que un orgullo es un privilegio, pues quien tiene la suerte de nacer en nuestro país también tiene la oportunidad de ser único en el mundo.

Los nativos de esta Isla portan en su ADN características, cualidades y sentimientos que hacen del cubano un ser especial. Y es porque en Cuba disfrutamos del derecho a la democracia, que se sustenta en la más profunda y genuina participación política, en la pluralidad de opiniones y en la condición de cada cubano de ser partícipe y beneficiario del ejercicio del poder.

Cada ciudadano no sólo es sujeto del poder político; es también beneficiario y copropietario del patrimonio, las riquezas y los medios fundamentales de producción del país.

Todos acceden sin discriminación a la prestación de servicios básicos como la educación, la salud, la asistencia y la seguridad social.