Granma, Cuba. – Pequeños pelotones insurgentes liderados por Fidel Castro liquidaron potentes fuerzas batistianas en decisivo combate en 1958, destacó la historiadora Lourdes Ferrera.

La Batalla de Guisa fue la gran victoria que creó las condiciones para llevar los enfrentamientos militares hasta las puertas de Santiago de Cuba, como parte del plan estratégico para la Ofensiva Final contra la dictadura, abundó.

La especialista dijo que para recordar esa fecha, en instituciones y barrios de Guisa, y en la loma donde cayera el bravo capitán Braulio Curuneaux, ha habido sentidos homenajes, como evocación al espíritu libertario del pueblo cubano.

Tras la Batalla de Guisa, que reportó valioso arsenal de guerra, Fidel armó nuevos pelotones de combatientes y derrotó a otros regimientos del Ejército batistiano, distribuidos en pueblos del sur oriente del país.