La Habana, Cuba. – Nadie puede determinar con certeza cuándo los seres humanos comenzamos a utilizar los aplausos en señal de aprobación.

Lo que no hay duda es que ese es un gesto tan antiguo como la propia Humanidad y que a pesar de sus diversas formas, siempre expresa beneplácito. Ahora, en estos tiempos de mortal amenaza microscópica, los cubanos hemos entendido que esa es también una forma de agradecer el esfuerzo ajeno y al mismo tiempo colectivo.

Agradecer a los médicos, al personal de enfermería, al que conduce las ambulancias del SIUM, al estudiante que coopera en las pesquisas diarias y hasta al anónimo trabajador administrativo que también hace su aporte.

Las 09:00 de la noche va dejando de ser la Hora del Cañonazo para convertirse, a lo largo y estrecho del país, en un momento de gratitud en el que Cuba se une en un aplauso.