El camagüeyano Javier Torres Ramírez recuerda a Camilo Cienfuegos Foto: Yamylé Fernández

Camagüey, Cuba. – En la mente y el corazón del camagüeyano Javier Torres Ramírez está grabada para siempre la imagen del Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde, Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán.

Fue Torres Ramírez uno de los últimos que presenció el momento en que el legendario guerrillero abordó el avión Cessna 310 que despegó del aeropuerto Ignacio Agramonte, sobre las seis de la tarde del 28 de octubre de 1959.

Aún recuerda claramente cuando poco antes, en la cafetería donde trabajaba, le despachó tabacos y maltas a Camilo y al entonces delegado del Instituto Nacional de la Reforma Agraria en esta provincia, Jorge Enrique Mendoza Reboredo.

El recuerdo de aquel joven de 27 años de edad, sonrisa grande y un sombrero tejano que coronaba el traje verde olivo, permanece intacto en Javier Torres Ramírez, actualmente jubilado de la terminal aérea camagüeyana y quien dentro de unos días celebrará su cumpleaños 80.

Tras conocerse que Camilo Cienfuegos, su escolta Félix Rodríguez y el piloto Luciano Fariñas nunca llegaron a la terminal aérea militar de Ciudad Libertad, en La Habana, de inmediato comenzaron las acciones para su localización.

Hasta Camagüey se trasladó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz junto a otros dirigentes de la Revolución y en el propio aeropuerto puntualizaron la estrategia de búsqueda, lo que también recuerda Javier Torres Ramírez.

Rememora Javier que tiraron un mapa en el piso para marcar sitios y Fidel ordenó a todos los aviones revisar minuciosamente cada palmo de mar y tierra, mientras la tristeza y la preocupación eran visibles en el pueblo.

Otras veces Javier Torres Ramírez había visto a Camilo en el aeropuerto de Camagüey pero en su mente quedó para siempre aquella sonrisa de despedida, el 28 de octubre de 1959 cuando partió hacia la inmortalidad.