La Habana, Cuba. – En cada hospital, centro de aislamiento, laboratorio, en la atención primaria de salud, vacunatorio, en zona roja desafiando a la muerte… Allí, sin detenerse, lejos de sus familiares, en la primera línea donde se necesita, multiplicando esfuerzos para contener al mortal virus que nos cambió la vida, están los profesionales de la salud.

En más de un año de duro e intenso enfrentamiento a la Covid-19, ellos, formados con elevados valores éticos, humanistas y revolucionarios, dan muestras de abnegación, solidaridad y humanismo. Dentro y fuera de Cuba, sin descanso, salvan vidas y animan el alma de millones.

Como afirmara el Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, nuestros consagrados trabajadores de la Salud, son orgullo de una nación formada en el ideario martiano de que Patria es Humanidad.

Sensibilidad, pasión y compromiso

En su provincia o en otra, dentro o fuera de Cuba, con la determinación de estar allí mientras se les necesite, los profesionales de la salud se entregan sin descanso, para derrotar a la Covid-19, dura y compleja batalla que requiere del esfuerzo y la responsabilidad de todos.

Y es que como afirmó el Ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda: Un médico cubano no descansa mientras la salud de su pueblo esté en riesgo. Así fuimos formados, así actuamos por convicción, por amor a una profesión que nos gratifica, porque aunque sean momentos muy duros, durísimos para la familia cubana, aún vemos más nacer que morir, y la vida hay que protegerla, pelearla a cada segundo.

Nuestros profesionales de la salud dan muestras de sensibilidad, pasión y compromiso. Allí, donde se necesita, entregando lo mejor de sí a los pacientes.

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