Una enfermedad crónica del sistema nervioso central que afecta a más de 50 millones de personas en todo el mundo es la epilepsia, de cuya atención depende la calidad de vida de los afectados.

En las Américas, más de la mitad de los aquejados no reciben ningún tipo de cuidado en América Latina y el Caribe, según un reporte de la Organización Panamericana de la Salud.

Dos de cada tres países no disponen de un programa o plan para la atención de los aquejados con esa dolencia, que afecta a 5 millones de personas en la región.

Según la asesora regional en salud mental de la organización, Claudina Cayetano, los que padecen epilepsia -y no son tratados- sufren crisis de forma recurrente, algo que puede perturbar sus estudios, trabajo y calidad de vida; sin embargo, con un diagnóstico oportuno, hasta el  70 por ciento de los pacientes pueden reducir los trances y llevar una vida activa.