La empresa siderúrgica José Martí, conocida como Antillana de Acero, ejecuta desde hace algún tiempo un proyecto de modernización tecnológica, a partir de una inversión rusa que sobrepasa los 160 millones de dólares.

Hasta la fecha, cerca de 50 contratos han sido firmados, los cuales corresponden a la importación de equipamiento.

El proceso inversionista en Antilana de Acero deberá concluir dentro de 7 años, y en un primer período abarcará la reparación capital de naves, montaje de grúas viajeras y la instalación del laminador 250, equipo con tecnología moderna y automatizada para la obtención de las barras de acero.

Ello permitirá elevar la producción de acero líquido, barras de distintos perfiles y otras aristas que hoy ocupan a la empresa.

Garantizar la perdurabilidad

Entre las principales producciones de Antillana de Acero destacan las barras de acero corrugado, palanquillas y cabillas.

Un dato interesante es que esa importante planta siderúrgica consume en un día el equivalente al gasto energético de 1 500 casas en un mes. De ahí que, como parte del proceso inversionista que hoy tiene lugar en esa instalación capitalina, también ocupa espacio la reparación de la subestación electro-energética de 220 kilo watts.

El nuevo sistema contará con un centro de control automatizado, y abarcará la modificación de 10 subestaciones internas, para un mayor ahorro energético.

Sin dejar su producción continua, Antillana de Acero se adentra paulatinamente en el camino de la modernización tecnológica con la fortaleza de mantener sus principales indicadores económicos.