La Habana, Cuba.- Uno de los cambios en el proceso de distribución de las utilidades de 2016, es que la utilización del pago a los trabajadores como fuente de cálculo para la seguridad social, que antes solo contemplaba la jubilación, ahora se amplía a todas las prestaciones.

Ello constituye un beneficio para los trabajadores del sector empresarial, quienes tendrán contemplado esos recursos financieros al calcularles una licencia por maternidad o paternidad, subsidios ante enfermedades u otras emergencias.

Otra novedad consiste en que para poder distribuir las utilidades a los trabajadores, la entidad no deberá tener auditorías financieras o fiscales calificadas de deficiente o mal, y en caso de no haber sido auditada en el período se evaluarán las dos últimas.

Cuando las auditorías no sean de tipo financiera o fiscal, solo se afectará a quienes aparecen en el acta de responsabilidad administrativa