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El cortejo pasó ante la mirada de la estatua del Mayor General Vicente García, con un machete de combate.

Con un hasta siempre Comandante, y la entonación de las notas del Himno Nacional, se despidió el pueblo de Las Tunas del líder de la Revolución, durante el paso por la provincia del cortejo fúnebre que lleva sus cenizas.

En el mismo corazón de la capital provincial, donde la avenida Mayor General Vicente García hace un giro hacia la derecha mirando para Holguín, algunos NO pudieron terminar de cantar el Himno de Bayamo por el dolor que sentían ante la partida de Fidel hacia la eternidad.

El cortejo pasó ante la mirada de la estatua del Mayor General Vicente García, con un machete de combate, como los que utilizaba para combatir los colonialistas españoles.

Para los tuneros, a partir de hoy cobra mayor valor histórico una gigantografía situada en lo alto de un céntrico edificio, con una imagen de Fidel, y con el texto: Esa bandera, ese cielo y esa tierra, la defenderemos al precio que sea necesario.