La Habana, Cuba. – Hoy celebramos en Cuba el Día del Trabajador de la Cultura, fecha escogida para recordar al Poeta de la Generación del Centenario, Raúl Gómez García, nacido el 14 de diciembre de 1928.

Profundamente martiano, se unió a otros jóvenes que no podían dejar morir al Apóstol en el año de su Centenario y -guiados por Fidel- no rehuyeron el sacrificio y la entrega total a la Patria.

Antes de partir al asalto al cuartel Moncada de Santiago de Cuba, en la granjita Siboney, dijo los versos enardecidos de su poema Ya estamos en combate!..Y había redactado además el Manifiesto leído por Fidel.

Tras la fallida acción, Raúl Gómez García fue hecho prisionero, torturado y asesinado. Así quedaron truncas la vocación de maestro y la sensibilidad de poeta de un joven generoso que luchó por conquistar para su pueblo, libertad y cultura. 

Cultura al servicio de la libertad

En este Día del Trabajador de la Cultura, vale el homenaje a aquellos que más contribuyen al enriquecimiento espiritual de la nación y, sobre todo, el renovado compromiso con la política cultural diseñada por Fidel para democratizar el acceso a las expresiones del arte y la literatura.

“Una revolución sólo puede ser hija de la cultura y de las ideas”, proclamó el inolvidable líder, y en estos tiempos tan complejos resulta imprescindible actuar con coherencia y pertinencia frente a fenómenos que pretenden desfigurar la política trazada en ese ámbito.

La cultura, la genuina, hay que cuidarla con esmero. NO admite retrocesos en el camino ganado.

Artistas, escritores, críticos, instructores de arte, promotores y otros especialistas tienen la misión -junto a otros actores de la sociedad- de hacer cada vez más sólida la cultura cubana, alejada de mediocridades y mercantilismos disonantes.

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