La Comisión Electoral Nacional de Cuba realiza un proceso de auditoría de los documentos utilizados en el referendo del 24 de febrero.

Vocales y supervisores del órgano electoral se encargan chequear la correspondencia con los datos introducidos al sistema informatizado y la manera en que serán archivadas las evidencias de la cita en las urnas.

Entre las prioridades del proceso de auditoría en curso está la comprobación del trabajo de los grupos de recepción, revisión y cómputo de la información, para medir la calidad del mismo, así como la efectividad de estas estructuras.

Además, se revisan folletos de colegios y circunscripciones, para determinar la correspondencia existente entre lo recogido allí, con los datos ingresados al sistema, las listas de electores, los modelos de inclusión y el número de electores que ejerció su derecho al voto.