¡Ya llega el estafador! ¡Con su cara dura llega! Siempre trae algo entre manos, y hoy la tentadora oferta es pescado de alta mar, son peces de mar afuera.

Para hacerse verosímil dice que él mismo los pesca, que acaba de zambullirse hace unas horas apenas en las aguas del Caribe y su captura es muy fresca.

Trae emperador, serrucho, bonito, y, de contra, tenca, y entre todos los clientes tú tienes la preferencia; pero cuando al otro día te empieza la ciguatera, y sufres los descalabros que hacen que casi te mueras, te das cuenta de que acaso te has comido una morena.

No es solo con el pescado que la estafa se concreta: existen estafadores en las distintas esferas, con mensajes engañosos, dulces como miel hiblea, el propósito ciguato y la intención deletérea.