Las caravanas de migrantes que enfilan en territorio mexicano hacia Estados Unidos, encontrarán los puestos fronterizos sellados por militares estadounidenses.
Las protecciones en los puentes internacionales de Tamaulipas fueron reforzadas con alambres de púas, mallas y barricadas y se han realizado ejercicios de grupos antimotines y sobrevuelos con helicópteros militares.
De igual manera las orillas del río Bravo fueron cerradas por fuerzas norteamericanas, mientras que por la parte mexicana la vigilancia y movilización es normal, sin aumento de personal y equipo.
En la frontera de Arizona con Sonora, el ejército de Estados Unidos colocó barreras de acero en tres de los 6 pasos vehiculares limitando el paso de turistas y viajeros norteamericanos en franco cumplimiento de lo manifestado por el presidente Trump de impedir el paso de los migrantes.