Washington, EE.UU. – Numerosos escándalos y renuncias de altos funcionarios de la Casa Blanca ocurren desde hace varias semanas y están a punto de crear una crisis institucional en la administración de Donald Trump.
La actitud ambigua del mandatario frente a tantos incidentes hace pensar a algunos especialistas que sus acciones clasifican dentro del delito de obstrucción de la justicia, y llegan a compararlo con el escándalo Watergate.
El caso más reciente fue el de la Fiscal General asociada Rachel Brand, figura número tres en jerarquía del Departamento de Justicia, quien solicitó su dimisión en medio de especulaciones sobre las posibles causas de su salida.
Secretario presidencial de la Casa Blanca renunció tras denuncias por abuso doméstico a sus exesposas https://t.co/vvBZ3OBLwI pic.twitter.com/3cAe1lsRIU
— CNN en Español (@CNNEE) 8 de febrero de 2018
Brand aspiraba a un ascenso para supervisar la investigación sobre una supuesta colusión entre funcionarios rusos y directivos de la campaña republicana en los comicios de noviembre último, en los que triunfó Trump como candidato de la agrupación.