Jacob Zuma abandona la presidencia de Sudáfrica. Foto: AP
Johannesburgo, Sudáfrica. – Jacob Zuma anunció este miércoles su dimisión como presidente de Sudáfrica, luego de varios días de presiones constantes de su partido Congreso Nacional Africano, que emitió un ultimátum para su salida, informaron medios de prensa locales.
Para el CNA, que eligió desde fines del pasado año un nuevo dirigente, el veterano Cyril Ramaphosa, Zuma se había transformado en un obstáculo para el avance y progreso del país, amenazado también por la escasez de agua.
«He llegado a la decisión de dimitir como presidente de la República con efectos inmediatos», expresó el mandatario en un discurso público.
Si bien manifestó antes su desacuerdo con la decisión de los 249 diputados del ANC que respaldaron la moción contra él, a fin de que renunciara al cargo, Zuma apuntó que siempre ha sido «un miembro disciplinado» del partido, cuyas normas internas obligan a todos sus integrantes a respetar las decisiones de la organización, incluidos los cargos electos.
«El CNA nunca deberá estar dividido en mi nombre», recalcó, en un llamado a la no violencia tras su marcha .
A pesar del acatamiento, Zuma dedicó la mayor parte de su intervención a argumentar que considera que la formación no siguió los cauces apropiados porque es el pueblo, mediante sus representantes –los miembros del Parlamento–, el que debería encargarse de definir la salida de sus líderes.
En ausencia de Zuma, Ramaphosa, un veterano de experiencia en negocios, es ahora el líder llamado a ejercer la presidencia, como había confirmado ayer el tesorero general del partido, Paul Mashatile.
Luego del anuncio de dimisión, la vicesecretaria general del CNA, Jessie Duarte, dijo que este es un momento «doloroso» y que la decisión de revocar al presidente fue «difícil».
Agregó que «no estamos celebrando la dimisión de Zuma, alguien que ha servido al país durante nueve años».
Aunque por algunos años se mantuvo menos vinculado a la política que a la economía, el sudafricano Cyril Ramaphosa regresó a la luz pública en su país como una esperanza. Esperanza en primer lugar para su partido, el Congreso Nacional Africano (ANC), pero fundamentalmente para el pueblo de esa nación, que vino a hallar un destino plausible bajo el liderazgo de Nelson Mandela, tras indecibles años de colonización, saqueo y luego discriminación.
Cyril se reinsertó en la vida política sudafricana en el 2012 ante el llamado del presidente Jacob Zuma —a quien sustituye ahora como principal líder del ANC. Luego de su regreso, y tras dos años alcanzó la vicepresidencia del ANC y de Sudáfrica.