El ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, expresó a Estados Unidos la preocupación de su Gobierno y de la Unión Europea, ante el recrudecimiento de las sanciones económicas norteamericanas contra Cuba.

Borrell trasladó al consejero de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, la postura del Gobierno español, que percibe con preocupación una posible activación total del Título III de la ley Helms-Burton.

La cancillería del país ibérico transmitió su malestar por las negativas consecuencias que esa medida tendría para los intereses españoles y de los socios europeos en Cuba; así como en las relaciones bilaterales entre países aliados.

Ante esa situación, Borrell señaló que, al igual que la Unión Europea, España reitera su firme rechazo, como razón de principio, a la aplicación extraterritorial de leyes nacionales sancionadoras, por considerarla contraria al derecho internacional.