Los bomberos luchaban este domingo contra el fuego tanto en el norte como en el sur de California, intentando a duras penas contener las llamas que hasta el momento dejan 23 muertos.

Los mayores incendios se ubican en el condado de Butte, en la Sierra Nevada, y  hasta ahora en Paradise se incendiaron más de 6700 edificaciones, en su mayoría residencias, y el humo sobre la localidad podía verse desde kilómetros de distancia.

Asimismo, se emitieron órdenes de evacuación para más de 52 mil personas en el área y se declaró el estado de emergencia para  asistir las zonas más afectadas.

El incendio, bautizado «Camp Fire», iniciado el jueves y el más destructivo del que se tenga registro en el estado californiano, estaba contenido en apenas un 20 por ciento por más de 3 000 bomberos, en tanto se registran otros 2 siniestros en otros condados.