Francia.- En los días finales del verano toda Francia se moviliza para la rentrée, como le llaman al regreso a clases y al trabajo, un periodo que para el presidente Emmanuel Macron llega cargado de complejidades.

Con poco más de tres meses en el poder, el joven mandatario vuelve a sus funciones en medio de malas noticias, pues su popularidad cae en picada, la clase política ataca sin contemplaciones su gestión, y los sindicatos le preparan una calurosa bienvenida con una jornada de huelgas, el 12 de septiembre.

Tras pasar unas cortas vacaciones en la ciudad sureña de Marsella, el jefe de Estado retomó esta semana sus labores pero lo hizo en el exterior, con una gira por Europa del este, mientras que en el país el ambiente se siente cada vez más caldeado.

Las más recientes encuestas registran una caída estrepitosa de aceptación ciudadana respecto al gobierno del político que se autodefine como centrista.