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Francia se prepara para un sábado cargado de manifestaciones, entre las que sobresalen las protestas del movimiento de los chalecos amarillos y una marcha por el clima.

En la jornada de mañana está previsto que decenas de miles de ciudadanos vuelvan a salir a las calles en todo el país por onceno sábado consecutivo, como parte de la movilización de chalecos amarillos en demanda de una mayor justicia social y fiscal.

La convocatoria lanzada para París fija como lugar de concentración los Campos Elíseos, para luego marchar hacia alguna plaza todavía no precisada públicamente.

Asimismo, por iniciativa de uno de los líderes, Éric Drouet, las acciones deberán extenderse hasta una “noche amarilla”, dirigida a mostrar la vitalidad del movimiento. Los organizadores llamaron a una velada sin violencia, dedicada al debate y los intercambios en torno a las reivindicaciones exigidas.