Rusia finalizó las labores de búsqueda tras hallar 39 muertos en el derrumbe de un bloque de 10 pisos, causado por la explosión de gas doméstico en un edificio en la provincia Cheliabinsk, ocurrida el lunes.

Según el primer vicejefe del ministerio de Situaciones de Emergencia, Alexander Chuprian, entre las ruinas de la construcción destruida por la detonación no quedó ninguna otra persona.

Las autoridades de Rusia revelan que de los fallecidos, 38 de ellos ya fueron identificados y 6 eran menores, y que desde mañana hasta el día 7 se realizarán los funerales de 16 de los que perdieron la vida.

Asimismo aseveran que un bebé de 11 meses se recupera satisfactoriamente, después de ser rescatado el martes con vida y llevado al Hospital Pediátrico de Atención Urgente, en Moscú.