La Habana, Cuba.- Es 22 de diciembre, Día del Educador en Cuba, tiempo de homenaje a los maestros que suelen quedarse en el recuerdo para toda la vida, por eso hay felicitaciones; aunque no es un Día del Educador como otros, debido a retos que impone la pandemia.

En hogares se agradece a quienes enseñaron a enlazar letras, a los que llevaron de la mano a tantos hasta el día de la graduación. Los pinos nuevos del magisterio, seguros por la oportunidad de volver a la escuela, ahora con ojos de adultos  moldean el futuro de niños y niñas.

Maestros e investigadores,  jubilosos en las habilidades para enseñar y aprender en un año duro frente a sus grupos; como guerreros convertidos en héroes que desde hace meses ejercen entre salidas y retornos a las aulas, multiplican saberes por la vida.

Llega así la felicitación del alumno que agradece detrás de un nasobuco, a los que no se detienen y enseñan al futuro de la Patria.

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