El movimiento de Maestros Voluntarios surgió hace 60 años

La Habana, Cuba. – Hoy se cumplen 60 años del llamado de Fidel a la juventud cubana de aquella época, dirigido a prepararse como docentes que laborarían en los lugares más intrincados, por lo que se llamarían Maestros Voluntarios.

A seis décadas de aquella gesta educacional, el Sindicato de la Educación, la Ciencia y el Deporte, felicita a los que dieron el paso al frente y a los que concurrieron a los dos  llamados siguientes para cubrir las necesidades de maestros en las montañas.

En total se graduaron 3 mil 500 maestros voluntarios, quienes con posterioridad se desempeñaron como administradores de centrales, y empresas nacionalizadas por el gobierno revolucionario.

El Sindicato de la Educación reconoce también a los alumnos de magisterio de tercer y cuarto año de entonces, que en Octubre de 1960 se prepararon en Minas del Frío, para cubrir necesidades de educadores en las montañas.

Sesenta años de un epopeya educativa

En estos tiempos de mortal pandemia, otra plaga igualmente mortífera asola al planeta: más de 770 millones de personas ni siquiera saben leer o escribir. Es la evidencia de la falta de voluntad política de los gobiernos, en este mundo neoliberal en el que la gente apenas cuenta como mano de obra barata o como consumidores.

Pero hace hoy seis décadas, el 22 de abril de 1960, Fidel convocó en la televisión a los jóvenes para enseñar en los lugares más apartados.

La idea, a la que se sumaron estudiantes de bachillerato y de las Escuelas de Comercio y de Maestros Normalistas, era crear aulas en las montañas para enseñar a escribir y a leer a los campesinos.

Aquel movimiento de Maestros Voluntarios, que agrupó a más de 4 miljóvenes, era la antesala de la Campaña de Alfabetización.

Precursores de la Ciencia

Después de subir varias veces al pico Turquino, aquellos Maestros Voluntarios crearon cientos de aulas improvisadas en intrincados sitios, donde dieron clases en circunstancias impensadas.

Esos jóvenes, la mayoría citadinos y desconocedores de la vida rural, pasaron a ser el centro de la labor social, cultural y política en las zonas donde trabajaron.

Cuatro contingentes prepararon las bases sobre las que después se erigió la Campaña de Alfabetización. Ellos fueron los antecesores del gigantesco esfuerzo docente que más tarde hizo de Cuba, como soñó Fidel, una nación de hombres de ciencia, los que ahora ayudan a enfrentar la actual pandemia en el país y donde sea necesario.

Aquellos jóvenes de hace 60 años sembraron la semilla de los frutos que recogemos hoy tras una inédita epopeya educativa.