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La Habana, Cuba. – Ha sido un año duro y difícil, la imposibilidad de alcanzar los ingresos previstos por las exportaciones ha incidido en las actividades de la agricultura, pesca, comercio y turismo; de ahí que avanzar en la estabilización macroeconómica sea prioridad en 2023.

Urge entonces, como exhortó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en la más reciente sesión del Parlamento, encontrar los caminos que conduzcan al país para depender menos de las importaciones.

Sin descartar la continua agresividad del bloqueo y su impacto en todos los sectores de la economía, en el venidero año se prevé una recuperación del turismo, y el aseguramiento de los combustibles para la generación de electricidad.

Será también 2023 una etapa donde deban consolidarse las medidas aprobadas con relación a la inversión extranjera en el comercio minorista y mayorista.

Impulso económico

Durante el calendario que recién concluye varias medidas fueron aprobadas para impulsar la economía; aunque todavía sus resultados no son los esperados.

En relación con la producción de alimentos, más de 8 mil establecimientos comercializan de manera directa con las formas productivas, y en el ámbito monetario, en cuatro meses se ha comprado más de 15 millones de dólares: cerca de 9 millones se ha vendido a la población a través de las Cadecas.

Pero también durante este año han persistido las violaciones de precios, por ello el llamado de las máximas autoridades del país es a hacer efectivas las medidas de control para detener la espiral inflacionaria.

Muchos son los desafíos de la economía cubana en el próximo año; trabajar, sin triunfalismo, para potenciar actividades motrices generadoras de ingresos será clave para lograr las metas.