La Habana, Cuba. – El año a punto de expirar marcó la historia del ajedrez en Cuba con el estreno en certámenes multideportivos, pero también por importantes resultados de sus más prominentes figuras.

Por primera vez el Juego Ciencia formó parte del programa de los Juegos del ALBA durante la celebración de su quinta edición en Venezuela, y poco después en la cita centrocaribeña de San Salvador, en ambos casos con premios para los trebejistas de la mayor de las Antillas.

En Caracas resultó la santiaguera Yaniela Forgas la más sobresaliente con una presea de bronce, mientras que en la capital salvadoreña fue el camagüeyano Carlos Daniel Albornoz el referente, al sumar los cetros en las lides de partidas rápidas y de Blitz, las modalidades convocadas.

A esa cosecha aportó Yaniela otro título y más preseas llegaron por intermedio de la pinareña Yerisbel Miranda y el avileño Luis Ernesto Quesada.

Más momentos felices y deudas sobre el tablero

Otros resultados notables marcaron la temporada ajedrecística y uno de ellos llegó en casa, durante la celebración del certamen continental para mujeres, con Yerisbel como reina en los duelos rápidos y Lisandra Ordaz como segunda en los clásicos.

Una vez más se extrañó a un cubano en el grupo Élite del tradicional Capablanca In Memoriam, deuda que deben saldar lo antes posible los principales jugadores, entre ellos el villaclareño Elier Miranda, campeón del más reciente certamen nacional junto a la santiaguera Oleiny Linares.

Los éxitos de Albornoz en el Continental para hombres, y del jovencito Yerzy Pérez en la lid de América para menores de 20 años emergieron como otros momentos trascendentales de la campaña, que cerró por todo lo alto con el récord nacional establecido por el habanero Omar Almeida en una simultanea de 32 partidas cronometradas.

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